Este ejercicio esta inspirado en Christina Feldman, quien escribió el libro SOUL FOOD en compañía de Jack Kornfeld, un maestro de meditación budista.
Sigue realizando tus actividades diarias y ve si puedes identificar e ignorar aunque sea un impulso de deseo. Por ejemplo, puedes pasar por una tienda y admirar unos pantalones exhibidos con elegancia en la vitrina. Tal vez hayas sentido deseos de renovar tu vestuario y creas que esos pantalones irían perfectos con tu ropa.
No te apresures a comprar aquello que deseas. Haz una pausa considerable entre el momento en que sentiste ese deseo y la ocasión en que hiciste algo para satisfacerlo. Esto podría causarte una leve sensación de tristeza o arrepentimiento. Es probable que tu voz interior objete: “Pero, pero, pero…” Cuando regreses a la oficina, quizá comiences a fantasear sobre esa compra y te imagines incluso el día que estrenarás los pantalones. Ve cómo afectan te afectan físicamente estas fantasías. Tu corazón late un poco más rápido? Sientes mas serenidad o felicidad? Simplemente nota como te sientes cuando piensas en algo que deseas. No tomes decisiones ni te juzgues a ti mismo. Que sientes al desear? Sientes mariposas en tu estomago o el corazón te palpita con fuerza? Recibes una descarga considerable de adrenalina? La energía que te produce esto circula o permanece en el mismo lugar? Aumenta o disminuye? Espera algunas horas: todavía quieres esos pantalones? Tu atención ya se ha concentrado en otra cosa? Te sientes mas realizado/ a un par de días después de haberte abstenido de comprar lo que querías, o tal vez menos?
Haz este ejercicio al menos una vez por semana: tardaras menos de un minuto en hacerlo. Hazlo sin importar de que se trate: puede ser una golosina o un CD, un regalo para alguien, revisar o modificar tus inversiones, cualquier aspecto relacionado con el dinero. Limítate a percibir este impulso del deseo y consígnalo por escrito en estos términos:
_ Un croissant de queso y espinaca del restaurante de la esquina.
- Un nuevo iphone.
- Vender mi fondo de inversión, pues el mes pasado perdí dinero de nuevo.
No tomes medidas con respecto a ninguno de estos impulsos; simplemente obsérvalos y mira cómo se trasforma tu experiencia en las próximas horas y días. Independientemente de que termines comprando o no aquello que deseabas. Inicialmente, el paso del tiempo te permitirá saber hasta que punto tus actos son inducidos por este habito de satisfacer de inmediato todos los impulsos que puedas tener.
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