Si aunque no lo creas tu mente no es tan
tuya como lo crees ni tampoco tus pensamientos son tan propios como tú te lo imaginas.
Osho lo explica de una manera sencilla en este escrito de una de sus charlas
“más allá de la psicología” dada en
Uruguay el 1 de Mayo de 1986.
Tu
mente no es tu mente.
Tu
mente es una inserción de la sociedad en la que accidentalmente has nacido. Si
hubieras nacido en un hogar cristiano, pero te hubieran llevado inmediatamente
a una familia mahometana y hubieras sido criado por mahometanos, no tendrías la
misma mente de hoy, tendrías una mente completamente diferente, que no podrías siquiera
concebir.
El
asunto es si la mente es tuya o si te ha sido implantada por otros, porque los
otros te implantan una mente que no está a tu servicio, sino que sirve a sus
propios propósitos. Tu mente es la voz de la sociedad y sirve a los fines de
los intereses creados de la sociedad. Te preparan tus padres, tus maestros, tus sacerdotes, tus sistemas
educativos para que tengas una mente determinada. Y toda esa vida te la pasas
viviendo a través de esa clase
particular de mente. Es una vida prestada y por eso hay tanta desgracia en el
mundo, porque nadie vive auténticamente, nadie vive de acuerdo a su propio ser,
solo está siguiendo órdenes implantadas en su mente.
Tu
mente no es tuya. Y no creas que es
joven, tiene siglos, miles de años.
Todos
los que están en el poder, ya sea por dinero, o por política o por religión, o
por conocimiento no quieren que nadie tenga su propia mente. Es peligroso para
sus intereses. No quieren hombres sino ovejas, no quieren individuos, sino
masas, que siempre estén en necesidad de
ser guiados, que siempre estén en necesidad de que se les diga que deben hacer
y que no deben hacer, que no tengan una mente propia, una comprensión propia,
una consciencia propia. Que siempre sean dependientes.
El
miedo que alguien sea diferente, que sea extraño, es el mismo por la sencilla razón
de que ninguna sociedad tendrá el valor de aceptarte, porque esa sociedad no ha
hecho tu mente. Esa sociedad no puede confiar en ti, que siempre le serás obediente,
que no pondrás objeciones o crearas dudas o serás escéptico con respecto a algo.
Tu
búsqueda debería ser para encontrar tu propia mente. Cuando sientes a la
existencia, sin ningún intermediario, sin una mente que algún otro te haya
dado, entonces pruebas algo que te transforma, que te hace iluminado, que te
despierta. Que te lleva a la cúspide de la consciencia.
Una
plenitud más grande, no existe.
Una
felicidad mayor no existe.
Una
relajación más profunda, no existe.
Tener
uno su propia mente, en este mundo, es la riqueza más grande posible.
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