Como conseguir una mente en paz?
Osho explica esto en el libro ‘mas allá de
las fronteras de la mente”:
La mente nunca está en paz. La no-mente es paz, pero la mente en sí, nunca
puede estar en paz, en silencio. La naturaleza misma de la mente es estar
tensa, estar en confusión.
La mente nunca puede estar clara, no puede
tener claridad, porque la mente es por naturaleza confusión, niebla. La
claridad es posible sin la mente; el silencio es posible sin la mente.
La mente es como un gentío simplemente,
grupos de millones de pensamientos te dan la ilusión que la mente existe. Es
como una muchedumbre. La muchedumbre no existe, solo existen muchos individuos
aglomerados. Esa es la primera visión de la mente. Observa y hallaras pensamientos;
nunca te encontraras con la mente.
Observa la mente y encontraras pensamientos
flotando seguidos por intervalos. Los intervalos son más que los pensamientos.
La gente inconsciente no puede ver los intervalos solo ve pensamientos tras
pensamiento. Si logras ver los intervalos estas experimentando la no mente.
La mente se vuelve en un problema porque
has introducido pensamientos tan profundamente en ti, que has olvidado
completamente la distancia (intervalos)y que los pensamientos solo son visitantes
que vienen y van. Las visitas siempre vienen y van. Por supuesto hay visitas
buenas y malas. Pero no necesitas preocuparte por ellas. Un buen anfitrión recibe
todas las vistas en la misma forma, sin hacer ninguna distinción.
Un buen anfitrión es un buen anfitrión: un
mal pensamiento llega y trata al mal pensamiento en la misma forma que trata al
buen pensamiento. No es su preocupación si el pensamiento es bueno o malo.
Porque una vez que haces tal distinción – que este pensamiento es bueno y ese pensamiento malo- ¿Que estás haciendo en realidad? Estas atrayendo al buen pensamiento más cerca
a ti y empujando al mal pensamiento más
lejos. Tarde o temprano, te identificaras con el buen pensamiento: el buen
pensamiento se volverá el amo de la casa. Y cualquier pensamiento que se adueña
de ti, creara desgracia. Porque no es la verdad. El pensamiento es un impostor,
y te has identificado con él. La identificación
es la enfermedad.
Gurdjieff solía decir que solo una cosa era
necesaria: no estar identificado con lo que viene y va. Llega la mañana, llega
el medio día, llega el atardecer, y se van, luego viene la noche y de nuevo la mañana.
Tú permaneces , no como tú, pues eso es también
un pensamiento, sino como pura
consciencia. No tu nombre, porque eso también es un pensamiento; no tu forma,
porque eso también es un pensamiento; no tu cuerpo, porque un día te darás
cuenta de que eso también es un pensamiento. Solo pura consciencia, sin nombre,
sin forma; sólo la pureza, sólo lo sin forma, lo sin nombre; sólo el fenómeno mismo
de estar consciente, sólo esto perdura.
Si te identificas, te vuelves la mente. Si
te identificas, te vuelves el cuerpo. Si te identificas, te vuelves el cuerpo.
Si te identificas te vuelves el nombre y la forma- entonces se pierde el amo de
la casa. Entonces, te olvidas de lo eternal y lo momentáneo se vuelve
significativo. Lo momentáneo es el mundo, lo eternal es divino.
Tú eres el dueño de tu casa y los
pensamientos son visitas.
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