GRATIFICACION
DIFERIDAD Y PROSPERIDAD ECONOMICA.
La
gratificación diferida y la retardada es
la capacidad de una persona de renunciar en este instante a un placer
o premio menor a cambio de conseguir uno mayor en el futuro. Este
atributo intelectual es también llamado en la economía control de
los impulsos, fuerza de voluntad y control de sí mismo.
Psicológicamente el buen control de los impulsos es considerado un
rasgo de personalidad positiva, que el
psicólogo Daniel Goleman indica como
un rasgo importante
en la inteligencia emocional.
Por otra parte, las personas que carecen de este rasgo psicológico
se dicen que necesitan una gratificación instantánea y podrían
sufrir de un pobre control de los impulsos.
La
prueba del bombón de Stanford indica
que el
control de impulsos bien podría
ser psicológicamente importante para
el logro académico y
el éxito en la
vida adulta. El experimento del
bombón de Stanford fue
un estudio sobre la
satisfacción aplazada llevado a
cabo en
1972 por
el psicólogo Walter Mischel de la
Universidad de Stanford. Un bombón se
le ofreció a
cada niño y se le prometía que si podía resistírse
a comer el
malvavisco le darían dos
en vez de uno. Los
científicos analizaron el tiempo en que cada niño resistió la
tentación de comer el
bombón, y
si ello tuvo
un efecto en su
éxito futuro. Aunque el experimento se
ha repetido muchas
veces desde entonces, el
estudio original de
Stanford ha
sido considerado "uno
de los experimentos
sobre el comportamiento de
más éxito".
El
propósito del estudio original era entender como, el control de la
gratificación diferida, (la habilidad de esperar para obtener algo
que uno quiere) se desarrolla en los niños. El experimento
original se
llevó a cabo en la
Escuela Infantil Bing
ubicado en la
Universidad de Stanford, con niños de
la edad de
cuatro a seis años como sujetos de prueba. Los niños
fueron conducidos a
una habitación libre
de distracciones, donde
se colocó un
bombón en una mesa, junto
a una silla. Los
niños podían comer el
malvavisco,
dijeron los investigadores, pero si esperaban durante
quince minutos sin
ceder a la
tentación serían
recompensados con un segundo malvavisco.
Se
observó como algunos niños se tapaban los ojos, o se daban la
vuelta para no ver el bombón, otros empezaban a patear la mesa, oler
el malvavisco y besarlo, mientras que otros simplemente se lo
comieron al instante en el que el investigador dejó la habitación.
En
más de 600 niños
que participaron en
el experimento, una
mayoría se
comió el
malvavisco inmediatamente.
De aquellos que intentaron no caer en la tentación de comérselo, un
tercio aguanto lo suficiente para obtener la gratificación
prometida; la edad fue un
factor determinante.
Fue
el resultado del estudio que tendría lugar muchos años después lo
que sorprendió a los investigadores. El primer estudio de
seguimiento realizado en 1988 demostró que los niños en edad
pre-escolar, quienes aguantaron la tentación de comerse el
malvavisco, fueron descritos 10 años después por sus padres como
adolescentes significativamente
más competentes. Un segundo estudio de seguimiento, en 1990
demostró que la capacidad de demorar la gratificación también se
correlaciona con una mayor puntuación en el SAT
(prueba de admisión a universidades norteamericanas).
Gastar
dinero en una compra impulsiva versus
ahorrar para un viaje a fin de año; ver ese programa de televisión
favorito versus estudiar para el examen de la próxima semana, son
otros ejemplos de decisiones similares, en que es necesario optar
entre obtener un premio instantáneo pero menor o uno mayor pero para
el cual hay que esperar más.
Estudiar
para un examen cuando otros están de fiesta o viendo la televisión.
Es muy duro en el momento, pero te permite conseguir una mejor
formación que te ayudara a conseguir un trabajo mejor en el futuro.
Cuando
una persona es capaz de ahorrar una parte de su dinero mientras que
la mayoría de personas lo gastan todo. Esto le da mayores
posibilidades para incrementar progresivamente su riqueza.
Cuando
una persona en su trabajo, se esfuerza
más y dan lo mejor de si misma, no se contenta únicamente con
cumplir. Al principio, parece injusto hacer más que sus compañeros,
pero a la larga eso suele acarrear promociones y ascensos.
La gratificación diferida o demorada (como un aspecto de la inteligencia emocional), es la capacidad de una persona de esperar por las cosas que quiere. Esta es una característica fundamental para el éxito en la vida.
La gratificación diferida o demorada (como un aspecto de la inteligencia emocional), es la capacidad de una persona de esperar por las cosas que quiere. Esta es una característica fundamental para el éxito en la vida.
Esto
no significa que no haya que disfrutar del presente y vivirlo
amargado o en la escasez, pensando únicamente en el futuro.
Simplemente se
trata de priorizar, de darse algunos caprichos que sin duda merecemos
como premio por nuestros esfuerzos, pero renunciar a otros que no son
tan importantes para nosotros. Fuente: 1972
article – Mischel,
Walter; Ebbe B. Ebbesen, Antonette Raskoff Zeiss (1972) "Cognitive
and attentional mechanisms in delay of gratification.".
Journal of Personality and Social Psychology .
mi libro: desprograma tu mente y se feliz
mi libro: desprograma tu mente y se feliz
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