Durante la época de la esclavitud en los Estados Unidos, los esclavos usualmente eran despertados muy temprano en la mañana para llevarlos a su lugar de trabajo y usualmente regresaban a sus literas casi a media noche, para descansar solo unas horas y después regresar a trabajar nuevamente.
Esta era la rutina del esclavo casi todo el año, a excepción de solo dos días del año, que los amos usaban para celebrar sus creencias religiosas. Los amos sabían que los esclavos teniendo tanto tiempo libre (dos días), podrían rebelarse y planear su escape. A sí que los hacendados dueños de esclavos, se idearon un plan perfecto que consistía en hacer durante esos dos días, competencias y festivales del ron, donde el esclavo, capaz de resistir más consumo de licor (ron) era premiado con más licor. Como resultado, los esclavos se emborrachan participando en esas competencias y festivales olvidándose de sus precarias condiciones de vida y de su posibilidad de escapar.
Aunque la época de la esclavitud, se ha acabado en la mayor parte del mundo. Todavía muchos seres humanos los vuelven esclavos del alcohol y otras drogas. Y muchas veces sin que se den cuenta ellos mismos. Estos seres humanos que son nuestros padres, hermanos, amigos y vecinos terminan viviendo en una esclavitud que los ata con cadenas mentales que no los deja progresar, ni desarrollar una vida plena, perdiendo su dignidad como seres humanos y arrasando con sus seres queridos. Estas personas solo piensan en su próxima copa de licor o droga, esa es la cruda realidad.
Un mito muy común que escucho a mis pacientes con problemas de adicción es el siguiente: “yo tomo o uso drogas pero yo no le hago daño a nadie”. Este es un mito o una creencia falsa del adicto, porque la realidad una adición al menos afecta a siete personas cercanas al adicto, como familia inmediata, vecinos, patrones y sociedad en general.
Otra cosa curiosa y triste que leí alguna vez en los libros de estudios sobre la adición es, que la adición acaba con la capacidad de amar de la persona. Y esto lo he podido comprobar en la práctica en casos donde el adicto, solo piensa en su satisfacción inmediata de usar alcohol o drogas, dejando a un lado el bienestar de sus seres queridos. Para el adicto el bienestar y las necesidades de sus hijos, padres, y esposas (os) quedan en un segundo plano. Perdón, para ser más exactos en un quinto plano.
Como siempre he dicho en mis escritos anteriores, nadie cambia a nadie. Si tienes a un ser querido que tiene el problema de adicción, tu responsabilidad es darle la motivación y el apoyo que necesita para buscar ayuda. Si la persona no quiere cambiar, escapa de esa relación o situación, porque nunca vas a poder cambiar esa persona si ella no quiere cambiar por sí misma. Es mejor que la persona se hunda en el mar del sufrimiento y no todo el sistema familiar.
Si tienes hijos pequeños, edúcalos acerca de los peligros del alcohol y las drogas, trata de reforzar esa educación con tus comportamientos.
Por último, no te creas el viejo truco del “festival de la cerveza” que promueven las compañías cerveceras en tu ciudad, ese es el viejo truco para crear más esclavos que trabajen para gastarse su dinero en licor y favorezcan sus intereses. Tú eres más inteligente que ellos.
TU NACISTE PARA SER LIBRE, NO TE DEJES EXCLAVIZAR DE NADIE, NI DE UNA RELIGION, IDEOLOGIA, NI DE UNA ADICION.
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